- Si hay una leyenda de portería en el Athletic Club, ese es José Ángel Iribar, un hombre que llegó a despertar la admiración del mismísimo Lev Yashin. El "Txopo" dedicó toda su carrera deportiva al Athletic de Bilbao, como también haría en su corta faceta de entrenador.
A este hombre no se le honró con todos los títulos que hubiera merecido, seguramente. Llegó a levantar dos Copas del Rey en su larga relación con el Athletic, además de llevarse un trofeo "Zamora" en 1970.
Por lo demás, mucha experiencia en Primera División y todo con el equipo de su tierra. Todo el que habla de Iribar, habla de uno de los mejores porteros del fútbol español, incluso del deporte mundial.
- Algún cromo llegué a tener de él, aunque antes no se estilaba mucho el tema de las colecciones. Lo que mejor recuerdo es su estampa como entrenador, en aquel coleccionable en el que dos entrenadores compartían la cartulina.
José Ángel Iribar Kortajarena fue también internacional por España, con la que llegó a conquistar la Eurocopa de 1964. Si queremos saber más sobre ello, recomiendo que visiten Fútbol Latino.
Este fabuloso cancerbero nació el 1 de marzo de 1943 en la localidad guipuzcoana de Zarautz (España), en un caserío llamado "Makatza". Mientras cursaba sus estudios, José Ángel trabajaba como tornero y jugaba al fútbol en la playa.
En un ambiente sano y familiar se crió el gran Iribar, quien un día de Reyes recibió su regalo más preciado. Con aquel balón de fútbol siguió divirtiéndose a su manera y ya con doce años pasaría a jugar para el Salleko infantil, de donde pasaría al equipo de los Antonianos.
Iribar empezó a jugar para el Club Deportivo Zarautz y de ahí pasaría al Baskonia, que entonces aún no ejercía como equipo filial del Athletic Club. Con este equipo hizo historia al derrotar en la Copa del Generalísimo al Atlético de Madrid, vigente campeón del torneo por entonces. Las actuaciones de "El Txopo" llamaron la atención de muchos clubes importantes.
Barcelona, Valencia y el propio Atlético de Madrid trataron de hacerse con los servicios del héroe baskonista. Finalmente sería el Athletic de Bilbao el que se haría con la ficha del jugador abonando al Baskonia un millón de pesetas.
Corría el año 1962 e Iribar pasaría a ser el suplente del mítico Carmelo Cedrún, quien pronto le cedería su sitio. El de Zarautz lograría debutar en Primera el 23 de septiembre de 1962, en un duelo frente al Málaga y en tierras andaluzas. El equipo bilbaíno acabaría perdiendo por 2-0.
- Iribar se asentaría en la titularidad a partir de la campaña 63\64, y la leyenda no pararía de crecer. Se convertiría en el guardián del marco de San Mamés hasta el final de su carrera, firmando sensacionales actuaciones.
Su primer penalti como jugador del Athletic se lo detuvo al gran Ferenc Puskás, y no hay que olvidar que Iribar llegó a parar cuatro penaltis en Ourense. Galardones recibió muchos a lo largo de su carrera, pero no hay que olvidar que Iribar fue el portero menos goleado del campeonato 69\70.
En lo colectivo, no se vieron muchas gestas en casi dos décadas de Iribar como meta "zurigorri". En 1969 se levantó la Copa del Generalísimo, la que se volvería a celebrar cinco años después.
Poco título para este gran arquero que estuvo defendiendo durante mucho tiempo la portería de un gran Athletic, en el que coincidió con otros grandes futbolistas rojiblancos como Txetxu Rojo, Fidel Uriarte, José Mari Argoitia, Agustín Gisasola y muchos otros que fueron desfilando por "La Catedral".
- José Ángel Iribar coincidiría con otra generación que no tardaría en dar más alegrías, poco antes de que su excompañero Javier Clemente se hiciese cargo de la plantilla rojiblanca.
Por poco no coincidió con el de Barakaldo, ya que el "Txopo" se retiraría con Helmut Senekowitsch en el banquillo de San Mamés. Entonces, Peio Aguirreoa ya estaba cogiendo el testigo del de Zarautz en la temporada 79\80, la última de Iribar como portero del Athletic, su único club.
Finalizó una larga trayectoria de 18 años compitiendo en Primera División, en la que llegó a disputar 466 partidos. Iribar se retiraría como un gran ídolo para luego iniciar su nueva etapa de preparador.
Entonces sí, surge ese coleccionable al que mejor alcanza mi memoria, con un Iribar que entrenó al Athletic a lo largo de la campaña 1986\87. Fue la única al mando del primer equipo, ya que el resto de su labor técnica la dedicó para trabajar con los equipos menores del Athletic.
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