- Creció en la cantera del F.C. Barcelona, pero nunca llegó al primer equipo y tuvo que profesionalizarse en otros equipos como el Figueres y el Celta de Vigo. Con éste último pudo llegar a Primera División.
De hecho, el equipo gallego fue su único cromo, pues fue con el único con el que Alejo Indias compitió en el máximo nivel. Pasó cinco temporadas por Balaídos, de donde se marchó con la tristeza de no haber ganado la Copa.
Se llevó el cariño del celtismo, y siempre será considerado una leyenda céltica pese a que no terminó su carrera en Vigo. Alejo se marcharía al Elche C.F., donde pasó varios años y cerró su trayectoria. Su hijo, Iago Indias, es también futbolista, que actualmente milita en el C.D. Castellón.
- Hace poco pudimos verle en activo en un amistoso de leyendas del R.C. Celta, ya entrado en años pero sin perder ese toque que le llevó a profesional y a jugar en Primera unos 158 partidos, en los que dejó siete goles.
El de Alejo Indias Álvarez fue un cromo muy querido por mi, uno de los grandes recuerdos de mi juventud. Era un defensa central aguerrido, de fiel compromiso y gran persona dentro y fuera del vestuario.
Nació el 14 de octubre de 1966 en Don Benito, Badajoz (España). Catalán de adopción, Alejo crecería como futbolista por Barcelona, llegando a jugar varios años para el filial azulgrana.
Consiguió competir en Segunda con el Barcelona Atlético, pero nunca tendría sitio en la primera plantilla del Barça, ese "Dream Team" que ya se estaba poniendo de moda a finales de los ochenta. En 1989 ficharía por el Figueres.
Alejo se ganaría una buena reputación con el cuadro gerundense, donde coincidió con buenos futbolistas como Luis Cembranos y el estadounidense Tab Ramos. En 1992, aquel Figueres a punto estuvo de ascender a Primera División, pero se quedaría fuera en la fase de ascenso.
Por suerte, Alejo sí tendría opciones de llegar a la división superior, y todo sería gracias a su fichaje por el R.C. Celta de Vigo, donde iba a formar una buena pareja defensiva con el bilbaíno Patxi Salinas.
Txetxu Rojo le haría debutar en el máximo nivel el 20 de diciembre de 1992. El equipo vigués recibía entonces al Tenerife en casa, que sacaría una victoria por la mínima 0-1. En su primer año de celeste, el zaguero extremeño ya disputaría bastantes encuentros como titular.
- Con el Celta pudo ser protagonista del primer título de su historia. En la final de Copa contra el Zaragoza, Alejo fue el encargado de lanzar el penalti decisivo de la tanda, pero su disparo fue detenido por Andoni Cedrún.
El defensor pacense vivió una auténtica pesadilla con aquella final, pero el celtismo siempre supo reconocer su compromiso y fidelidad. Alejo continuaría jugando para el cuadro olívico hasta 1997.
Se marcharía del Celta después de cinco temporadas, y ahí terminaría su experiencia en la categoría máxima. Entonces ficharía por el Elche C.F., que estaba en Segunda División. En el club alicantino permanecería cuatro temporadas, hasta que en 2001 decidió colgar las botas.
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