¿Te acuerdas de Francisco Cuaresma?

- Jugó para varios equipos, pero solamente con el Real Valladolid pudo ser un cromo de Primera División. Con el club de su ciudad se dio a conocer a mediados de los ochenta, cuando se hallaba en el máximo nivel.

Durante un año perteneció al Atlético de Madrid, aunque no pasó de representar al cuadro filial, así que retornó a Valladolid para seguir contando apariciones en lo más alto de la Liga Española, hasta 1995.

Posteriormente, este defensor se dedicó a jugar para clubes de nivel más inferior, compitiendo en Segunda durante dos años con el Almería y otro con el Xerez Deportivo. Su trayectoria terminaría de forma amateur, pasando por el R.S.D. Alcalá y C.F. Palencia, donde se retiró.

- Su demarcación era la de lateral derecho, siendo un futbolista cumplidor y sin muchos alardes de técnica. Lo que es en Primera División, cumplió con unos registros de 121 partidos y un tanto.

Francisco Javier Cuaresma Gallego fue cromo a partir de los años ochenta, siempre coleccionable como blanquivioleta hasta que abandonó el Valladolid, donde recibió formación desde joven.

Nació el 2 de febrero de 1967 en Valladolid (España). Jugando para el filial pucelano, Cuaresma conseguiría llamar la atención de Fernando Redondo, el entrenador que le haría debutar en la máxima competición. 

Empezó a entrenar con los Carlos Alberto Fenoy, Eusebio Sacristán, Sánchez Vallés, Patricio Yáñez y un Mágico González que estaba de paso. Cuaresma ya saboreaba el fútbol en su grado más profesional. 

Su estreno llegaría el el 9 de septiembre de 1984, cuando muchos equipos de Primera se vieron obligados a tirar de cantera a causa de la huelga de futbolistas profesionales. El carrilero vallisoletano sería titular en una victoria por la mínima frente al Racing de Santander (1-0). 

Cuaresma continuaría trabajando para el filial durante unos años, hasta que Vicente Cantatore le quiso incluir en la plantilla de profesionales de cara a la temporada 87\88. Sin embargo, el canterano no tendría apariciones a lo largo de aquel curso, ni siquiera en Copa.

Al menos sí tuvo alguna que otra oportunidad al año siguiente, pero la falta de minutos le obligaría a salir cedido, momento en el que se comprometió con el Atlético Madrileño, que competía en Segunda por entonces.

- Fue a partir de los años noventa cuando Cuaresma pudo cumplir con más protagonismo en el primer nivel, pasando dos buenas campañas, hasta que el Valladolid descendió a la categoría de plata.

Rápidamente se retornaría a la élite, en la que el defensa pucelano consiguió hacer el primer y único gol que marcó en la gran competición, en la que militó hasta mediados de los noventa. 

Abandonó Zorrilla para seguir luchando en Segunda con el Almería, que descendió a la división de bronce en 1997. Lo mismo le ocurrió en su breve etapa con el Xerez, club que dejó en 1998 para ir terminando su carrera en equipos como el Alcalá y Palencia.