- Poco se pudo ver a este defensor balcánico por la Liga Española, en la que llegó a representar al Real Zaragoza. Kalicanin llegó a nuestro país tras empezar jugando para el Borac Čačak, de donde salió para unirse al Partizan de Belgrado. Con este equipo debutó en la primera división yugoslava.
Vivió muy buenos momentos con el equipo serbio, con el que fue campeón de liga en 1983. Dos años después, el zaguero se atrevería con su primer reto en el extranjero, que fue cuando fichó por el Zaragoza.
Solamente pudimos verle una temporada por España, disfrutando de varias apariciones y siendo partícipe de una Copa del Rey que se fue para tierras aragonesas. Kalicanin no tendría minutos en aquella inolvidable final.
Sus siguientes pasos fueron por la liga turca, como miembro del Bursaspor. Tampoco pasó mucho tiempo en el país otomano, trasladándose después a la zona kosovar para fichar por el K.F. Prishtina. Se retiró antes de estallar la guerra yugoslava, volviendo a jugar para el Borac Čačak.
Así que poco podemos hablar de los cromos que tuvo este jugador en España. Yo he visto alguna especie de postal y aquel coleccionable de la campaña 1985\86 en la que este defensa salía como representante zaragocista.
Recordamos esa imagen dando patadas a un balón en su presentación en La Romareda, y esa vista trasera de la estampa en la que se aclaraba que era el fichaje número 7, que debía suplir al cromo de Toto, del Hércules C.F. Aquella fue la única vez que Kalicanin posó para Ediciones Este.
Su nombre completo es Dragan Kalicanin (Драги Каличанин), y nació en Sjenica (Serbia), el 28 de octubre de 1957. A más de cien kilómetros de su ciudad, empezó su carrera con el Borac Čačak.
A mediados de los setenta, Kalicanin ya era un defensa con muy buen toque de balón, un jugador que sabía moverse en la antigua posición de líbero, con especial habilidad para filtrar buenos pases a sus compañeros.
Cuatro años pasó por Čačak, hasta que tuvo la oportunidad de fichar por uno de los mejores clubes de Yugoslavia. Con el Partizan, "Dragi" alcanzaría una gran fama y conseguiría celebrar el título de la liga yugoslava en 1983. En el club de Belgrado estuvo hasta 1985.
Sin la necesidad de haber jugado para la extinta selección yugoslava, Kalicanin había despertado el interés de varios clubes extranjeros, y el Real Zaragoza fue uno de ellos, que se hizo con su fichaje aquel mismo año.
Kalicanin sería presentado como un desconocido para muchos aficionados zaragocistas. Su nombre ya despertaba curiosidad, pues todos se esperaban el típico jugador balcánico de gran calidad.
De esta forma, Luis Costa ocuparía dos plazas de extranjeros en su plantilla, ya que la otra era para el uruguayo Rubén Sosa. En su plantilla se hallaban otros buenos futbolistas como Juan Señor, Miguel Pardeza, Alfonso Fraile, Güerri y el guardameta vasco Andoni Cedrún.
Costa le haría debutar en la Liga Española el primer día de septiembre de 1985. El serbio sería titular en La Romareda frente al Hércules que, como visitante, salió derrotado por 1-0, con un juego poco convincente de ambos equipos. El partido fue bastante aburrido.
Aparte de esas dos expulsiones, el jugador yugoslavo dejaría un par de tantos para el cuadro maño, ante equipos como Las Palmas y Celta de Vigo. Lo que es en el campeonato liguero, el Zaragoza ocuparía una meritoria cuarta posición, pero lo mejor llegaría en la Copa.
La afición aragonesa celebraría el título de Copa en aquella campaña 85\86. Kalicanin estuvo presente en algunos duelos de la competición, pero no participaría en la inolvidable final frente al Barcelona. El caso es que Dragi no jugaría muchos partidos del tramo final de aquella temporada.
Cerró su participación en Primera con 23 partidos y aquelos 2 goles, para abandonar la disciplina zaragozana y continuar con su carrera en equipos como el Bursaspor turco, Prishtina y Borac Čačak, donde se retiró.
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