- Lleva muchos años trabajando para el Real Mallorca, y lo digo porque es su delegado desde hace más de dos décadas, después de otros tantos años sirviendo al equipo balear sobre los campos de juego.
Damià Amer fue un fiel defensor que inició su carrera deportiva con el Poblense, para el que compitió hasta principios de los ochenta, momento en el que pudo ingresar en el Mallorca, entonces de Segunda División.
Pronto se conseguiría el ascenso para que Amer saborease las dulces mieles de la máxima competición. También tuvo que vivir amargos momentos, luchando por nuevos ascensos en un club al que dedicaría toda su carrera, poniendo fin a la misma con la llegada de los años noventa.
Y así le vimos siempre en las colecciones, luciendo de "bermellón" durante los años ochenta. Aunque los inicios de este defensa no se dieron en el Mallorca, sino en el Poblense.
Con el equipo de su municipio solamente pudo llegar a competir en Tercera División, figurando como uno de sus mejores componentes, un tipo de garra y compromiso que iba a contar con opciones para progresar.
En 1981, el Real Mallorca se haría con los servicios de Damià Amer, un chaval que ya dispondría de numerosas apariciones en el segundo nivel, pasando por las manos de varios técnicos que no serían capaces de ascender al conjunto balear en aquella campaña 1981\82.
Todo cambiaría con la llegada de Lucien Muller, quien no daría tantos minutos al poblense en la temporada que iba a terminar en festejo. El Luis Sitjar vibraría al ver a su equipo en Primera División.
Aunque su papel de reserva no iba a cambiar por entonces, Amer conseguiría lucir sus primeros cromos y debutar en el nivel superior. Esto ocurriría el 27 de noviembre de 1983, en una visita al Benito Villamarín, donde el Real Betis se impondría por un resultado de 2-0.
El Mallorca descendería a Segunda, una categoría en la que esperaban un par de años para luchar por otro ascenso. Amer cogería gran experiencia para ayudar a su club en el ascenso del curso 85\86.
- Con Lorenzo Serra Ferrer tendría bastantes minutos en el retorno a la élite, aunque Amer acabaría perdiendo el sitio ante la competencia de grandes defensores como el yugoslavo Zoran Vulic o Antonio Rivas.
El Mallorca sufriría un nuevo descenso en 1988, cuando ya un crack llamado Miguel Ángel Nadal se estaba haciendo grande. Al contrario que el de Manacor, Amer ya contemplaba como acababa su carrera deportiva.
Poco le quedaba en activo, pero Damià Amer festejaría un último ascenso con el club de su tierra, para ya jugar su último encuentro en Primera División. Fueron 53 las apariciones que tuvo el poblense en esta categoría. Al terminar el ejercicio 89\90, el zaguero se retiraría.
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