- Le conocimos en los cromos como "Quique I", ya que su segunda parte fue Quique Estebaranz, con quien coincidió en un Tenerife que había retornado a la élite tras muchos años de tragar fútbol humilde.
Este zaguero canario se desarrolló en la cantera del club "chicharrero", llegando a jugar unos cuantos partidos en bajas categorías, hasta convertirse en una pieza clave de cara al ascenso de la campaña 1988\89.
Continuó durante unos años en el equipo de su ciudad, hasta que tuvo que vivir del fútbol modesto, pasando de jugar en el Sabadell a defender los intereses del Granada en Segunda B. En la división de plata fue terminando una carrera de forma temprana, habiendo jugado para Hércules y Atlético Marbella.
Con el nombre de guerra de "Quique", este defensa llegó a ser importante en la historia del Club Deportivo Tenerife. Es el club de su tierra, pues el 25 de septiembre de 1967 nació en Santa Cruz de Tenerife, España.
Fue progresando por las distintas secciones del club, llegando a destacar en las filas del filial para poder llegar al plantel profesional a mediados de los ochenta, llamado por el técnico yugoslavo Dragoljub Milosevic.
Fue entrando en dinámica del primer equipo hasta debutar en Segunda, en septiembre de 1984. En un partido celebrado en Riazor, el "Tete" sacaría un empate frente al Deportivo de La Coruña (2-2).
Fue interviniendo en muchos más partidos en aquella campaña, convirtiéndose en un fijo para el año siguiente, cuando el cuadro canario se vio descendiendo a la categoría de bronce. Quique sería un jugador clave para firmar un rápido regreso a Segunda División en 1987.
Quique lideraría la zaga para ayudar al Tenerife en su histórico ascenso a Primera. En el ejercicio 88\89, el vestuario estaba en manos de Benito Joanet, el técnico que convertiría el Heliodoro Rodríguez en un campo de Primera.
El 3 de septiembre de 1989, el defensor tinerfeño sería titular en la visita al Sánchez Pizjuán, donde el cuadro "chicharrero" saldría perdedor frente al Sevilla (1-0). Las cosas fueron mejorando, y el equipo conseguiría la permanencia al término de aquella ilusionante campaña.
- Dos años tuvo Quique Medina para saborear el fútbol de élite, aunque en su segunda temporada tuvo menor participación con los diferentes entrenadores que tuvieron que pasar por el banquillo tinerfeño.
Una vez más, el Tenerife conseguiría mantenerse en la categoría máxima, mientras que el zaguero diría adiós al fútbol de primer nivel, en el que llegó a disputar 38 partidos, hasta terminar el curso 1990\91.
Puso rumbo a tierras catalanas para jugar un año en el Sabadell, de donde pasó a un Granada de Segunda B. Era todavía joven cuando decidió retirarse del fútbol. Sus últimas actuaciones fueron por Segunda División, en la que representó al Hércules de Alicante y Atlético Marbella.
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