- Como había prometido en la historia del cromo de Francisco Tanco, ahora toca hablar sobre el coleccionable de Lino, ex-compañero de equipo y actual socio de una academia de fútbol en el C.A. Sabadell.
Y ese es el club que marcó la carrera de este centrocampista que única y exclusivamente sirvió al Sabadell, en una amplia trayectoria deportiva en la que pudimos verle dos años compitiendo por la categoría máxima.
Desde el descenso de 1988, Lino tuvo que acostumbrarse a competir en Segunda, completando así una actividad que acabaría para seguir después en el mundo de la preparación. Podríamos decir que es una leyenda arlequinada.
En mis tiempos de niñez nos quedábamos con cada detalle de los cromos que pasaban por nuestras manos, como es el caso del que vemos justo debajo de este párrafo. Corresponde a Ediciones Este, del curso 86\87. La imagen nos engaña un poco con el golpeo del jugador, que en el adhesivo parece tener una pierna con más músculo que la de Roberto Carlos.
- Mucho nos reímos con este ejemplar. Recuerdo que cada vez que salía dentro de un sobre decíamos: ¡Te ha tocado "Pata-mula"!. También le llamábamos "Master del Universo", por aquellos musculados muslos que lucían los héroes de Eternia. En fin, que no era más que una ilusión óptica, y nosotros unos niños que pasábamos el rato con nuestros queridos cromos.
Lino Gutiérrez Casado fue un buen futbolista, además de un cromo de nuestra infancia. El 28 de marzo de 1959 nació en Sabadell, Barcelona (España). En el club de su tierra tendría la oportunidad de llegar lejos.
Llegó a debutar en Segunda con José Martínez de entrenador. Fue en la campaña 77\78, en la primera jornada de campeonato y con la visita del Terrassa a la Creu Alta. Lino tendría unos minutos en aquel derbi catalán que terminaría con un vistoso resultado de 4-3 para los de Sabadell.
El mediocampista tendría unas cuantas apariciones en aquel curso y hasta pudo dejar un tanto como su presentación en el segundo nivel, gol que redondearía una victoria en el Carlos Tartiere contra el Oviedo (0-3).
Pasarían dos temporadas sin que Lino pudiese jugar más partidos con el equipo de su ciudad, y es que el centrocampista tendría que cumplir sus obligaciones con el estado, puesto que tuvo que hacer el servicio militar.
Volvería con fuerzas para ganarse el sitio, para liderar un equipo que sufriría un descenso a Segunda B en 1983. Por suerte, llegaría Vicente Dauder para preparar un rápido retorno,... y todavía llegarían mejores momentos.
De cara al ejercicio 85\86, Pedro Uribarri conseguiría formar un buen equipo que prepararía el ascenso a Primera División, y Lino sería uno de los líderes en la medular arlequinada. La misión fue exitosa, ya que el Sabadell conseguiría celebrar el ascenso a la alta competición.
A finales de agosto de 1986, Lino saltaría al césped del Benito Villamarín para debutar en Primera con el Sabadell. El mediocampista cumpliría todo el encuentro frente al Real Betis que, como local, sabría hacer valer su ventaja para imponerse a la escuadra catalana (1-0).
- Su primer año por el máximo nivel fue sobresaliente, dejando dos tantos e interviniendo en todos los encuentros para colaborar en la permanencia del equipo arlequinado, que seguiría otro año por la élite.
Fue el último para Lino Gutiérrez, ya que el Sabadell descendería al término del ejercicio 1987\88, que fue en el último que pudimos ver al medio barcelonés posando para nuestros añorados álbumes.
Pero no terminaría su carrera tras ese descenso. Lino continuaría jugando para el club de su tierra, el único que representó fielmente a lo largo de su trayectoria futbolística, tratando de colaborar en una vuelta al primer nivel que no se daría. En Primera División terminaría su experiencia sumando 54 partidos y 5 goles.
Con el Sabadell sumaría un total de 330 apariciones entre las tres competiciones, terminando su actividad en 1992 para seguir ayudando al club desde otras áreas. Lino fue uno de los grandes capitanes del Sabadell.
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