- Antiguos cromos se revuelven en el cajón de muchos que vivieron la historia de este guardameta vasco que inició una trayectoria en la cantera del Real Madrid C.F. En Segunda debutaría como profesional con el Castellón.
Gorospe pasó por el Castilla, pero no tuvo opción alguna con el primer equipo del Madrid. Fue entonces cuando cargó las maletas para fichar por el Burgos C.F., donde iba a convertirse en una leyenda del club.
Jugó unos cuantos partidos y celebró el ascenso a Primera División, pero perdería el puesto. No tardaría en recuperar su sitio en la portería, compitiendo como titular un par de años, antes de que el equipo burgalés volviese a Segunda. Gorospe se mantendría en activo hasta 1982.
- Decían de él que era un magnífico guardameta, un tipo seguro que volaba por la portería para agarrar todo balón que amenazase su área defensiva. Era todo un líder de vestuario, un portero con mucha categoría.
Martín Gorospe Osinalde nació el 19 de junio de 1951 en San Sebastián (España). Supongo que por tierras vascas empezó en su carrera, aunque siendo joven se trasladaría a la capital española para ser miembro del Real Madrid.
Fue formándose y pronto tendría opciones de debutar como profesional, pero sería en la categoría de plata. Gorospe fichó por el Castellón, pero ninguno de los entrenadores le concedería minutos oficiales.
Se reincorporaría a la disciplina blanca para continuar con el proceso formativo. El cancerbero donostiarra entrenaría para Antonio Ruiz en el Castilla, ganándose la titularidad por delante de Arévalo, para disputar unos cuantos partidos en la división de bronce.
Gorospe nunca tendría convocatorias con el Real Madrid, aunque muchos clubes habían tomado nota de sus evoluciones por la capital. De cara al curso 74\75, Martín se incorporaría al Burgos C.F. de José Antonio Naya.
Debutó al fin en Segunda con el Burgos. Desde el principio fue titular por El Plantío, aunque la aparición de José Manzanedo le llevaría a chupar banquillo en el momento más importante. El cuadro castellano celebraría el ascenso a Primera en 1976, pero Gorospe solo jugó 8 partidos.
En los años posteriores contaría para los partidos de Copa y poco más, de modo que el debut del vasco en la máxima división tuvo que aguardar hasta la campaña 78\79, con Arsenio Iglesias de entrenador.
- El 24 de septiembre de 1978 conseguiría debutar en Primera, En El Sardinero, Gorospe saldría de inicio para medirse al Racing de Santander. El encuentro, muy vibrante, acabó con empate a dos goles.
El arquero donostiarra se mantendría titularísimo durante dos temporadas, concediéndole algunos minutos al joven Javier Maté en una campaña 79\80 marcada por el retorno del Burgos a Segunda División.
En aquellos cuatro años por el nivel superior, Martín Gorospe se despediría de la alta competición con 53 partidos disputados. Aún seguiría en activo un par de temporadas más, continuando en el equipo burgalés, que ya estaba sumido en una crisis que le llevaría a Segunda B en 1982.
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