- Aunque empezó a jugar al fútbol en su Madrid natal, este defensor acabó por Mareo su formación. Pablo Amo reunía todas las condiciones para llegar al máximo nivel, pero esto no fue posible con el Sporting de Gijón.
Con el club asturiano debutaría en Segunda, y en esta competición llamó la atención de muchos clubes de élite. El zaguero madrileño llegaría a un Deportivo que venía de ser campeón de la Supercopa de España.
No celebraría títulos importantes por Riazor, ya que no se avecinaban buenos tiempos para el equipo coruñés. Eso sí, llegó a jugar algún partido de Champions y también pasó por Valladolid, Recreativo y Real Zaragoza. Amo jugaría Grecia y Chipre antes de colgar las botas.
Pablo Amo Aguado nació en Madrid (España), el 15 de enero de 1978. Empezó a jugar para el modesto Moscardó, con el que llegó a competir en la Segunda División B.
Sus buenas maneras llamarían la atención de clubes con mayor prestigio, como el Sporting de Gijón. Pablo Amo ficharía por la entidad asturiana en el verano de 1997, para inicialmente unirse a la escuadra juvenil.
Continuó compitiendo por la división de bronce y aumentó su fama como perla del fútbol nacional. Fue por ello que Amo no tardaría en contar para Pedro Braojos, quien entonces estaba al cargo del primer equipo, hasta la llegada de un hombre de la casa como Ciriaco Cano.
Debutaría a finales de los noventa en Segunda División, en un duelo en El Molinón contra el Extremadura que acabó en victoria (1-0). En aquella campaña, el madrileño jugó unos cuantos partidos más.
Amo se convertiría en el dueño de la zaga sportinguista con el paso del tiempo, y eso haría que muchos clubes se interesasen por su fichaje, como lo hizo el Deportivo. A la Coruña llegaría con el curso 2002\03 ya iniciado.
Llegaría a tiempo para debutar en la Copa del Rey, en un duelo frente al Corralejo, con victoria deportivista por 1-2. En aquel primer año por Riazor, Pablo no conseguiría debutar en Primera División, ya que solo contaría para Javier Irureta en los compromisos coperos.
- Al año siguiente llegaría ese estreno en el máximo nivel, en un sufrido encuentro contra el Murcia que acabó con victoria coruñesa, por 1-0. En aquel ejercicio 2003\04 tampoco fue capaz de ganarse la titularidad.
Y es que no fue fácil para el madrileño, que en los siguientes años seguiría siendo carne de banquillo, razón por la que tuvo que irse cedido al Real Valladolid. De Zorrilla se fue sin jugar partidos oficiales.
Pablo Amo cumplió con otra cesión al Recreativo de Huelva, retornando a La Coruña para sumar algunos encuentros más en la alta competición, hasta que se desvinculó del club gallego para irse al Zaragoza. Terminó su carrera por Grecia y Chipre, jugando para Panserraikos y Olympiakos de Nicosia respectivamente.
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