- La semana pasada tuve una de esas agradables charlas de fútbol que se pueden tener en la barra de un bar. Me vinieron recuerdos del pasado hablando con un osasunista muy afable, y de ahí salieron muchos nombres de jugadores que defendieron los intereses de Osasuna en los años ochenta.
Uno de aquellos nombres fue el de Benito, un delantero que se formó en el equipo navarro, con el que debutó en Primera e incluso pudo competir por Europa mientras compitió como "rojillo".
Sin embargo, este atacante fue más querido por tierras cántabras. Vivió una delicada situación con un Racing de Santander con el que jamás pudo competir en la alta división. No obstante, celebró el ascenso antes de retirarse.
Ya puestos a recordar, tampoco quise olvidarme de aquellos mágicos cromos que endulzaron mi infancia y, entre ellos, no faltaron algunos ejemplares como el de Benito, un hombre de entrega y pundonor que pasó fugazmente por nuestros desgastados álbumes.
Benito nació en la localidad navarra de Valtierra (España), el 9 de marzo de 1963. Con el Club Atlético Valtierrano daría sus primeros pasos antes de recalar en las filas de Osasuna, donde continuaría su formación.
De forma sorprendente, el joven atacante empezaría a meterlos a pares con Osasuna Promesas, ese filial "rojillo" para el que consiguió 11 dianas en la temporada 1983\84, la que iba a suponer su estreno en la categoría máxima.
Seguido de cerca por el yugoslavo Ivan Brzic, el canterano iba a tener sus primeras actuaciones con los mayores, debutando en choque copero frente al modesto Jacetano, al que se vencería por 4-1. En aquel ejercicio 83\84, Benito tendría otras apariciones en Copa, así como en la Copa de la Liga.
Benito iba a tener más tarde su debut en la competición de Liga, cuando Brzic le llamó para empezar la temporada con la primera plantilla. En poco tiempo, el jugador tendría sus primeros cromos osasunistas.
El 30 de septiembre de 1984, el de Valtierra tendría unos minutos entrando desde el banquillo frente al Sporting de Gijón. El resultado fue de empate a cero. Tres jornadas después, el delantero aprovecharía dieciséis minutos de juego para hacer un doblete en Zorrilla, contra el Real Valladolid.
- Llegarían más goles, pero Benito sería premiado pocas veces con la titularidad, haciendo otros dos goles en otro triunfo a domicilio en La Romareda (1-2). El jugador cerró su primer año en la alta división con 6 tantos.
Los siguientes años no serían mejores, pues el ariete valtierrano solamente pudo hacer otro tanto más como osasunista, y cada vez fue entrando menos en los planes del entrenador. En 1987 dejaría el club pamplonica.
Se uniría a un Racing de Santander que había bajado a Segunda y para el que marcó muchos goles, tanto en Segunda como en Segunda B. En 1993 ayudaría al equipo cántabro a subir a Primera División, en la que el navarro ya no competiría. Sus números en la alta competición fueron solo con Osasuna, para el que marcó 7 goles en 68 partidos.
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