- Jugador polivalente que se formó en la cantera del Athletic Club en la última era dorada en la que se sacó la "Gabarra". Llegó a debutar como profesional rodeado de esos campeones, y aún vivió el éxito de la Supercopa nacional.
En los años posteriores, Lizarralde tuvo más oportunidades con el primer equipo, llegando a sumar varios encuentros en el máximo nivel, antes de abandonar su ciudad para probar fortuna en el Real Zaragoza.
Con el club aragonés disfrutaría de sus últimas experiencias en la élite, gozando de gestas como la Copa del 94 y la Recopa posterior. Lizarralde se marcharía a un Lleida que había estado recientemente en Primera y terminó la carrera en su Euskadi natal, jugando para el Amurrio.
Iñigo Lizarralde Lazkano completó en Primera División unas estadísticas de 161 partidos y un gol. Fueron mayores sus números en Segunda, sobre todo en su etapa con el filial del Athletic.
Nació en la gran Bilbao (España), el 6 de agosto de 1966. En el equipo de su ciudad consiguió escalar hasta el primer equipo, destacando por Lezama mientras se celebraban importantes títulos con Javier Clemente de entrenador.
El "Rubio de Barakaldo" le daría la oportunidad de entrenar al lado de campeones como Andoni Zubizarreta, Ismael Urtubi, Santi Urkiaga y Luis de la Fuente. La huelga de futbolistas profesionales le abriría a Lizarralde la opción de poder debutar en Primera División, como pasaría con muchos jóvenes talentos de la época.
Aquel 9 de septiembre de 1984, saltaría al verde del Sánchez Pizjuán como suplente de Luis Fernando. El Sevilla se mostraría muy superior en el encuentro, logrando una amplia victoria por 3-0.
Tendrían que pasar unos años más para ver de nuevo a Iñigo Lizarralde en acción. Las siguientes oportunidades serían con el inglés Howard Kendall, quien vio con buenos ojos darle la titularidad durante gran parte de la temporada 87\88. El joven bilbaíno respondería con buenos partidos.
Lizarralde figuró en nuestros álbumes como cromo del Athletic durante unos años, hasta que su participación bajó notablemente. Fue por ello que el lateral vasco se marchó con la llegada de los años noventa.
- Se unió al Real Zaragoza, con el tendría la titularidad asegurada al principio. Lizarralde aprovechó para marcar su primer tanto en la división de oro un año antes de que llegaran las gestas con Víctor Fernández.
En 1994, el cuadro zaragozano sería campeón de la Copa del Rey, derrotando al Celta en la final. Al año siguiente llegaría la Recopa europea con aquel milagroso golazo del centrocampista Nayim.
El protagonismo del defensa vasco ya había bajado considerablemente, lo que supuso el fin de su aventura por la máxima división. En 1995, Lizarralde ficharía por el Lleida, con el que concursó en la categoría de plata antes de volver a su lugar, para retirarse con el Amurrio.
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