- Todos le recordaremos como un mítico cromo de Osasuna, para el que posó en numerosas ocasiones entre los años ochenta y noventa. Lo habremos tenido repetido mil veces, y siempre como osasunista.
De hecho, salió del club de su ciudad, aunque en esos inicios contó con una breve cesión en el Lleida, que de aquella competía en Segunda B. Roberto volvería a El Sadar para ganarse el puesto bajo palos.
Durante muchos años fue el protector del club navarro, que descendió a mediados de los noventa, cuando a Roberto ya no le quedaba mucho más que demostrar. Siguió una temporada más con su Osasuna y se marchó al Málaga C.F., con el que ya jugaría sus últimos partidos.
Roberto Santamaría Calavia nació en Pamplona (España), el 12 de marzo de 1962. Como no podía ser de otra manera, este antiguo cromo sigue trabajando para C.A. Osasuna, como preparador de los jóvenes cancerberos de Tajonar.
Con el Oberena fue dando los primeros pasos, un afiliado osasunista por el que también pasaron otros conocidos jugadores "rojillos", como Tiko o Pedro Mari Zabalza, el hombre que le guió por el camino profesional.
Roberto iría jugando para el Promesas a principio de los ochenta, llegando a cumplir con un buen número de partidos en la división de bronce, antes de ser tenido en cuenta por el entrenador Ivan Brzic en aquella huelga de futbolistas profesionales del ejercicio 84\85.
El joven arquero estaría convocado para aquel partido del Vicente Calderón en el que varios juveniles defendieron los intereses de Osasuna. A Roberto le tocaría ser suplente en aquel duelo frente al Atlético. Su compañero Román sería el portero alineado por Brzic.
De cara a la campaña 1985\86, el guardián pamplonica se marcharía prestado al Lleida, con el que competiría un año en la Segunda B, antes de reincorporarse al primer plantel osasunista.
Esta vez sí. Con Zabalza de entrenador, Roberto Santamaría lograría debutar en Primera División. El 8 de noviembre de 1986, el debutante saltaría al verde de El Sadar para suplir al expulsado Javier Vicuña. El cuadro navarro se impondría en su feudo frente al Real Betis, por 2-1.
- Fueron 17 las apariciones que Roberto tuvo en aquella campaña, y muchos más partidos le esperaban como guardián del equipo "rojillo", el único al que representó en la categoría máxima del fútbol español.
Así fue durante ocho temporadas, con un Osasuna que pasó de competir por la Copa de la UEFA a jugarse el tipo en el primer nivel, en el que Roberto tuvo 239 partidos, hasta que se descendió en 1994.
Siguió en el club de su ciudad durante una temporada más, cuando Jesús Unanua y López Vallejo iban pidiendo paso. Tras tantos años defendiendo los intereses de Osasuna, Roberto pondría rumbo a Andalucía para unirse al Málaga, con el que ya colgaría los guantes.
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