- Escasa fue su participación en Primera División. Crescencio Cuéllar fue un delantero cuya popularidad creció a lo largo de los años noventa, debutando con un Athletic de Bilbao en el que tuvo muy pocas opciones.
Luego jugó para un Eibar del que saldría para fichar por el C.P. Mérida. Con el club extremeño volvió a competir en el máximo nivel, y abandonó la entidad tras el descenso, habiendo jugado muy poco por la élite.
Cuéllar continuaría su con su trayectoria deportiva compitiendo en el segundo nivel, jugando para Toledo, Leganés y otra vez S.D. Eibar. Ya en niveles más bajos, este delantero defendería los intereses de Hércules, Burgos, Mungia, Azkoyen y Santurtzi, donde colgó las botas.
Hoy vemos la parte delantera y trasera de los cromos Colecciones Este, en la temporada 1995\96. Fue la única vez que este jugador tuvo apariciones en aquellos cromos que ya empezaban a modernizarse.
- Crescencio Cuéllar Tainta nació el 2 de enero de 1970 en Pamplona (España). Sus hermanos José Luis y David también jugaron al fútbol, y el último fue el más popular de los tres, habiendo tenido mayor suerte en su pertenencia al Athletic Club. Su hijo Eneko también estuvo en el Mérida hace poco.
Al igual que su hermano David, Crescencio fue formándose en Lezama, pasando al equipo filial a finales de los ochenta. Con Iñaki Sáez debutaría en Segunda, codeándose en el vestuario con jugadores como Jon Uribarrena, Aitor Larrazabal, Josu Urrutia y Kike Burgos.
Ya en su segundo año con el Bilbao Athletic, Cuéllar demostró un alto rendimiento de cara al gol, marcando 7 tantos para despertar la atención del técnico del primer equipo, que entonces era Javier Clemente.
El 23 de septiembre de 1990, Cuéllar saltaría de inicio al césped de El Molinón para jugar frente al Sporting de Gijón. El ariete pamplonica jugaría toda la primera parte del encuentro, el cual terminaría con una derrota por 3-1. Esa sería su única aparición oficial con el Athletic.
El atacante jugó un año más para el Bilbao Athletic, en una categoría en la que también iba a representar a la S.D. Eibar. En Ipurua jugaría para técnicos como Mendiluce, Gallastegui y Araquistain.
Ofreció su mejor cara a nivel realizador, haciendo 5 y 8 dianas en sus dos años con el conjunto armero. Esto gustaría a la directiva del C.P. Mérida, club al que se incorporaría de cara a la temporada 1994\95, para preparar el asalto a Primera a las órdenes de Sergio Kresic.
Contribuiría con 3 tantos en el ascenso del equipo emeritense a la máxima división. Aunque no fue titular en muchas ocasiones, el ariete navarro se ganó al público por su compromiso y gran trabajo.
- Volvería a verse compitiendo entre los más grandes, interviniendo en 3 encuentros en los que el navarro no pudo dejar su sello goleador. La presencia de delanteros como Sinval, Quique Martín o Juan Manuel Prieto le hizo ser carne de banquillo durante aquel ejercicio 95\96.
No fue una buena campaña en general, ya que el Mérida terminaría descendiendo a Segunda División. Así cerraría Cuéllar su participación en Primera, con aquellas 4 apariciones en las que nunca pudo hacer gol.
Abandonó el club extremeño antes de consumarse aquel descenso, para unirse a un Toledo con el que siguió compitiendo en la división de plata, como también haría en su único año con Leganés y en su regreso a Ipurua, donde representó nuevamente al Eibar.
Los siguientes años de Cuéllar serían en categorías aún más bajas, pasando por el Hércules de Alicante, Burgos C.F. y otros modestos clubes vascos como el C.D. Mungia, Azkoyen y C.D. Santurtzi. Ahí colgaría las botas.
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