- A las generaciones más recientes les sonará más como ese entrenador que tuvo que ponerse al frente del primer equipo del Barça tras la recaída del difunto Tito Vilanova, aunque en banquillos no llegó mucho más lejos.
Tampoco pudo estirar mucho su trayectoria futbolística, eso sí, Roura llegó a posar para el Barça en las colecciones. Y es que algunos encuentros ya jugó para el mítico "Dream Team" de Johan Cruyff. No fueron muchos partidos, pero valdría para competir unos años entre los más grandes.
Dejaría el Barça para probar suerte en equipos de Segunda como el Real Murcia y Figueres. El centrocampista entendería que no le quedaba mucho por hacer como futbolista y terminaría su carrera deportiva jugando para el modesto Sant Andreu, donde estuvo hasta los 26 años.
Algunos pudimos verle sobre el verde y coleccionar sus cromos. Yo solo recuerdo el ejemplar que muestro en este artículo, la vista delantera y trasera de aquella mítica estampa de la temporada 1989\90.
Jordi Roura Solà nació el 10 de septiembre de 1967 en Llagostera, Girona (España). En La Masía fue tomando clases de fútbol con los grandes preparadores de un club que empezaría a crecer en los años noventa.
Mientras Cruyff iba cogiendo carrerilla con los mayores, Roura fue ganándose una buena fama con el filial barcelonista, con el que llegó a presentarse en Segunda División. En el equipo menor ya coincidió con los Luis Milla, Guillermo Amor, Albert Ferrer y el propio Vilanova.
Tuvo que aguardar sus oportunidades con los profesionales, pasando varios años con el Barcelona Atlètic, hasta que a finales de los ochenta se vio con opciones de debutar en la élite, ya con Cruyff al mando de los mayores.
El centrocampista entraría en las primeras convocatorias y gozaría de unos minutos para debutar en Primera División. El 11 de septiembre de 1988 llegaría su momento. En el Martínez Valero, Roura saltaría al césped para jugar los minutos finales de una victoria frente al Elche (0-3).
Roura no se perdería el despegue de aquel innovador "Dream Team", un equipo de gran fútbol que en su año de estreno ya celebraría la Recopa de Europa, aunque el gironí no intervino en el torneo europeo.
Sí fue contando con alguna titularidad, compaginando sus actuaciones con el filial, que se hallaba en Segunda, algo que se daría durante casi toda su etapa como miembro barcelonista.
No pudo hacerse con la titularidad entre los Bakero, Koeman, Michael Laudrup y Hristo Stoichkov, esos cracks que serían el gozo del Camp Nou, con un fútbol directo y de equipo ganador que daría sus frutos.
Cada vez fue teniendo menos protagonismo con aquel maravilloso Barça. En la temporada en la que el equipo se coronaría campeón de la Champions, el medio gerundense no jugaría ni un partido, ya consciente de que su etapa como culé estaba llegando a su fin. Aquella sería su última campaña formando en las filas del club catalán.
- Mientras la afición blaugrana se preparaba para cantar el alirón por Europa, Jordi Roura aceptaría jugar prestado en las filas del Real Murcia, que de aquella se hallaba compitiendo en la Segunda División.
No eran buenos tiempos para el club murciano, para el que Roura solamente llegó a jugar una docena de encuentros antes de reincorporarse a la disciplina del F.C. Barcelona, de la que ya se iba a desvincular.
Ya no le veríamos más por la categoría de oro, en la que el centrocampista tuvo una decena de apariciones. Se recuerda su cromo y poco más, ya que la trayectoria de Jordi no se iba a extender mucho más.
Al año siguiente estuvo compitiendo también en el segundo nivel con el Figueres, donde tampoco pudo destacar. Después llegaría al Sant Andreu, equipo con el que Roura terminaría joven su carrera. Como ya sabéis, iniciaría su etapa como preparador en La Masía del F.C. Barcelona.
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