- A finales de los setenta se dio a conocer con el Burgos C.F., equipo de su ciudad con el que pudo llegar al máximo nivel. No es algo que durase mucho, ya que el equipo bajaría a Segunda y Pereda se buscaría equipo.
Así fue como llegó al Sporting de Gijón, con el que empezó teniendo muchos minutos y a punto estuvo de ser campeón de la Copa del Rey. Lástima que las lesiones empezarían a perjudicar al bravo lateral zurdo.
El defensa seguiría luchando por hacerse con un buen nombre en Primera División, pero ya no sería el mismo. Después de aquellos cinco años por Gijón, Pereda pasó por el Hércules, Polideportivo Almería y Nàstic de Tarragona.
Aunque era muy delgadito, Pereda era un tipo con garra que ni sé la de veces que podía subir y bajar por la banda izquierda. Lo que sí sé es que fue cromo para nuestras colecciones, al menos mientras fue miembro del Sporting de Gijón. Desde luego, yo tuve algún que otro ejemplar suyo.
- Antes de nada, quiero que os fijéis en una curiosidad con respecto a su cromo. Nos encontramos con dos coleccionables de Pereda como sportinguista: uno de la temporada 82\83 y otro de la 84\85. Ambas fotos son del mismo día. Si nos fijamos bien, el público de fondo es el mismo, pero en diferente escala de tiempo, con Pereda dando toques al balón.
Pereda tenía muy buena fama como juvenil de la selección española, en la que coincidió con jugadores como Andoni Zubizarreta, Robert, Chendo y Míchel. El lateral llegaría pronto al primer equipo del Burgos.
Con el francés Lucien Muller, el equipo castellano no atravesaba su mejor momento, ya que estaba en puestos de descenso. El 11 de mayo de 1980, el carrilero saltaría como titular al césped de El Plantío, donde el Burgos perdería contra el Sporting de Gijón, por 0-3.
El canterano disputaría otro partido de aquel curso que terminó en descenso, interviniendo en otra derrota en Sarrià frente al Espanyol. Nada se pudo hacer por evitar el fatal desenlace del equipo burgalés.
Continuó en dinámica del primer equipo de cara al ejercicio siguiente, cuando el Burgos luchó por recuperar su sitio en Primera. Pereda lo jugó casi todo y hasta hizo su primer tanto como profesional, pero ya no veríamos más por el primer nivel a los "Hijos del Frío".
Sí volvería al fútbol de élite Nicolás Pereda, ya que el joven defensor ficharía por el Sporting de Gijón de cara a la campaña 1981\82, ya muy cerca de la celebración del Mundial de España 82.
El lateral empezó a entrenar a las órdenes de Vicente Miera, quien no iba a terminar la campaña con el equipo gijonés. El dueño de la banda izquierda sportinguista era Francisco Uría, pero eso no le impediría a Pereda contar con bastantes minutos en su vuelta a Primera División.
Hasta treinta veces se le vio jugar entre todas las competiciones en su primer año con el Sporting, interviniendo en muchas rondas de la Copa del Rey. El equipo llegaría a la final del torneo, en la que el defensa burgalés ejercería como titular frente al poderoso Real Madrid. El cuadro capitalino aguaría la fiesta asturiana al imponerse por 2-1.
- Siguió teniendo bastantes partidos al año siguiente, pero las malditas lesiones frustraron su carrera de forma considerable. A Pereda le costaría mucho recuperar su mejor forma y ya solo le tendríamos presente por ser un cromo, ya que cada vez iría jugando menos.
Durante cinco temporadas continuó defendiendo los intereses del club asturiano, con el que siempre estuvo luchando en la categoría máxima. Lástima que en la campaña 82\83 no llegó a jugar ni un solo encuentro.
Por esas lesiones nunca se le vio a ver en su mejor versión, llegando a contar cada vez menos para el entrenador. Ya en el ejercicio 86\87, el carrilero burgalés quedaría fuera de los planes de José Manuel Díaz Novoa.
Salió del Sporting para recalar en el Hércules, cerrando una etapa en Primera con 45 partidos en total. Tras su paso por Alicante jugó para el Almería y se retiraría en el Nàstic al romperse la tibia y el peroné.
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