- Volvamos a tierras manchegas para conocer a otro futbolista perdido en el tiempo. No nos vayamos a confundir, que sé que hubo otro Rojas en el Málaga durante el presente milenio. Prometo que no tardaré en escribir la historia del otro jugador. Ahora es el momento de Antonio Rojas.
Este defensa ciudadrealeño salió del Granada C.F., con el que dio el salto profesional antes de trasladarse a la Costa del Sol. Rojas jugó también para el Motril en sus años como miembro del club nazarí.
Con el C.D. Málaga tuvo la suerte de ascender y debutar en Primera División. Creo que toda su carrera transcurrió por Andalucía y, presumiblemente, se retiró en la Balompédica Linense, después de sus años como malaguista.
Es un jugador de otra época, cuando en mi niñez me incitaron a sentir amor por el fútbol y a coleccionar mis primeros cromos. Aquí os enseño un ejemplar de Rojas, una estampa de la temporada 82\83 de Ediciones Este, con su vista trasera y delantera. Creo que no hubo más ejemplares de este hombre.
Defensa central de buena altura, este bigotón responde al nombre de Antonio Rojas Páez. Nació el 28 de marzo de 1956, en la localidad de Almagro, Ciudad Real (España). Por tierras andaluzas hallaría el camino profesional.
No tengo ni idea sobre si llegó a iniciarse en su comunidad natal o por Andalucía. El caso es que Rojas ficharía por el Granada C.F., un club que con los años setenta muy avanzados le haría debutar en Segunda.
Y así ocurrió. El defensa manchego tendría sus primeros minutos en octubre de 1976, en un encuentro frente al Córdoba en El Arcángel, el cual terminó con victoria blanquiverde por 2-1. Antonio completaría el partido como titular y aún tendría otras apariciones en aquella campaña.
Lo cierto es que por Los Cármenes nunca tuvo posibilidad alguna de ganarse el puesto. De cara al ejercicio 1977\78 estuvo cedido en el C.D. Motril, aunque no fue por mucho tiempo. De vuelta al equipo nazarí, el jugador cumpliría con otras esporádicas apariciones en el segundo nivel.
También el Málaga se hallaba entonces en la categoría de plata, club al que se uniría Rojas en el verano de 1980. Con Ben Barek de entrenador, el zaguero debutaría como malaguista en un encuentro a domicilio frente al Ceuta, equipo que se llevó su victoria por imponerse por 2-0.
Como le había ocurrido en Granada, el de Almagro no tendría fácil hacerse con la titularidad, y aún menos con la presencia de Antonio Benítez, el técnico que conseguiría llevar a Primera a los "boquerones".
En aquella temporada 1981\82 se celebraría el retorno del Málaga a Primera. Antonio Rojas solamente había intervenido en 4 partidos del campeonato liguero, pero fue uno más de los héroes que consiguieron el objetivo.
Rojas conseguiría colarse en las colecciones de una temporada que para él sería la única por la división de oro. Benítez contaba en su plantilla con la presencia de buenos defensores como Nacho, Óscar Regenhardt o Antonio Hierro. El manchego no tendría fácil asegurarse el puesto en la retaguardia malaguista.
- Pero algún día tendría la posibilidad de debutar en Primera División. Después de sus apariciones en Copa contra Antequerano y Alhaurino, Rojas iba a intervenir en su primer partido de la alta división española.
El 5 de diciembre de 1982, el zaguero debutaría en el primer nivel. Sería en La Romareda, en un complicado duelo contra el Zaragoza, en el que nuestro protagonista iba a partir como titular. El conjunto aragonés ganaría en su estadio por 2-1, y el defensor completó los noventa minutos.
Tuvo más apariciones con el equipo malagueño, alguno que otro en la Copa del Rey y otros 3 en la división de oro. El último lo jugó en Atotxa, donde la Real Sociedad venció por 2-0. Esa sería la despedida de Antonio Rojas por la gran competición, en la que no se le vería jamás.
El club de La Rosaleda continuaría en Primera, mientras que Rojas abandonaría la disciplina malagueña para fichar por la Balompédica Linense. Posiblemente ese fue el último equipo para el que jugó el ciudadrealeño.
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