- Desde Melilla llegó al R.C.D. Espanyol un buen guardameta que, en principio, jugaría para el filial. Acostumbrado a la categoría de bronce, Balbuena llegaría a entrar en las convocatorias del primer equipo, aunque jamás pudo debutar en Primera pese a figurar en las colecciones de cromos.
Con el Espanyol solamente pudo intervenir en encuentros de la Copa Intertoto. Toda posibilidad de competir en el máximo nivel se esfumaría con su marcha del equipo catalán, de donde salió para unirse al Salamanca.
Dos años estuvo en la entidad castellana, teniendo muy pocas apariciones en Segunda División. Parece que este portero acabó joven su carrera futbolística, y lo hizo con el equipo que se dio a conocer, la U.D. Melilla.
Salvador Balbuena Teruel nació en Melilla (España), el 3 de febrero de 1978. A mediados de los noventa jugaba para el equipo de su ciudad, con el que intervino en algunos encuentros de la categoría de bronce antes de irse a Barcelona.
Los informes que habían llegado a Sarrià hablaban muy bien del meta internacional, un jugador joven que, sin ser mayor de edad, ya tenía una buena experiencia competitiva.
Se unió al Espanyol, aunque en principio iba a contar para el cuadro filial. Recuerdo que en aquella época desfilaron muchas promesas para la portería, como fue el caso de mi amigo Lino, un arquero que militó en el Pontevedra C.F. No sé si ambos coincidieron entonces en el equipo menor "periquito".
Balbuena empezaría a las órdenes de Paco Flores, ya acostumbrado a la Segunda B y con miras a poder apuntar más alto. Tarde o temprano, el melillense entraría en dinámica del primer equipo.
Balbuena contaría para José Antonio Camacho en algún momento de la temporada 97\98, al igual que lo haría al año siguiente, mientras el arquero melillense continuaba sumando apariciones en Segunda B.
Las oportunidades llegarían en pleno cambio de milenio, con el argentino Miguel Ángel Brindisi de entrenador. Éste le haría debutar de manera oficial con el equipo barcelonés, alineando a Balbuena para jugar un par de encuentros en la Copa Intertoto, ante un rival como el Montpellier.
- Nunca tuvo la suerte de poder debutar en Primera División, y eso que el cancerbero melillense tuvo varias convocatorias durante su tiempo por Cornellà. Para el Espanyol trabajó hasta su marcha en el verano de 2002.
Balbuena tuvo que lidiar con la dificultad de aguardar minutos ante la presencia de buenísimos porteros como Toni Jiménez, Pablo Cavallero, Alfred Argensó o Juan Luis Mora. Lo cierto es que no lo tuvo fácil.
Se marchó de Barcelona para fichar por la U.D. Salamanca, equipo con el que tuvo sus apariciones en la división de plata. Después de dos años por El Helmántico, Salvador Balbuena retornó a su tierra para jugar de nuevo en la U.D. Melilla, con la que posiblemente se retiró.
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