- Seguro que muchos no ignoran que Gorriarán es una de las grandes leyendas oviedistas, un jugador que empezó jugando para modestos equipos de barrio por su Bizkaia natal.
Clubes modestos pero históricos, puesto que este pundonoroso defensor se inició en el Erandio y Sestao Sport Club. Entonces ficharía por un Oviedo que se hallaba en Segunda, pero pronto aterrizaría en la élite.
Antonio Gorriarán Laza pasó muchos años en el equipo asturiano, al que llegó a capitanear hasta que dejó el club a mediados de los noventa. Y, como no, su carrera no podría acabar en otro lugar que no fuera el País Vasco. Dedicó sus últimos esfuerzos al Deportivo Alavés.
Para ocupar los álbumes de nuestra infancia aún le quedaban años por delante, los que tuvo que pasar compitiendo a nivel regional. A comienzos de los ochenta ya estaba en el Erandio, que entonces militaba en Segunda B.
Nunca se le llegó a relacionar con un Athletic de Bilbao que por entonces era uno de los grandes de la Liga Española. Sin embargo, Gorriarán halló una buena opción en el extinto Sestao, que de aquella estaba entrenado por un joven Javier Irureta.
El Sestao no tardaría en alcanzar el ascenso a la categoría de plata, y Antonio Gorriarán fue uno de los líderes del equipo de Las Llanas, en el que permanecería una temporada más rindiendo a un magnífico nivel.
Gorriarán ficharía por el Real Oviedo en el verano de 1986. En la plantilla ya se hallaban algunos de esos compañeros que no se separarían de él, profesionales como Viti, Berto Martínez, Luis Manuel y Carlos Muñoz.
Desde el principio, el defensa vasco se ganaría la titularidad y se convertiría en uno de los líderes del vestuario "carbayón". Con la llegada de Vicente Miera, la temporada 1987\88 iba a ser espectacular, y todo el Carlos Tartiere celebraría el ascenso a Primera División.
Llegarían buenos años para el Oviedo, un equipo que se tornaría muy competitivo y que pronto empezaría a aspirar a algo más que a permanecer en una categoría en la que Gorriarán disputaría sus primeros encuentros. En poco tiempo, el de Muskiz se reuniría con Irureta, que fichó como nuevo entrenador en 1989.
- Aunque la plantilla se fue engrandeciendo con jugadores como Nenad Gracan, Nikola Jerkan o Marius Macatus, Antonio Gorriarán seguiría siendo uno de los mejores futbolistas del plantel astur.
Capitaneó al Real Oviedo durante unos años, sumando en Primera unos registros de 198 partidos en los que dejó 4 tantos. Se mantuvo muy activo hasta la llegada del serbio Radomir Antic.
Pasó cerca de nueve años en la entidad oviedista, dejando la disciplina a mediados de los noventa para retornar a su tierra, donde jugaría para el Deportivo Alavés. Ayudó a que el conjunto babazorro subiese a Segunda, para retirarse del fútbol en 1996.
No hay comentarios:
Publicar un comentario