- Con el Real Zaragoza tuvo la suficiente preparación como para llegar a jugar en lo más alto, dándose a conocer a finales de los ochenta, que es cuando pudimos obtener sus primeros coleccionables.
No tuvo fácil ganarse el sitio en la plantilla del club maño, por lo que Villanova acabaría buscando otras alternativas para seguir creciendo como futbolista. El C.D. Logroñés sería el destino ideal.
Durante cuatro campañas estuvo luchando por la permanencia, hasta que no se pudo lograr el objetivo a mediados de los noventa y el equipo riojano bajó a Segunda. El zaguero aragonés no volvería a jugar más en Primera y acabaría su actividad compitiendo para el Alavés en la categoría de plata.
Isidro Villanova Abadía fue un defensa central que nació en Zaragoza (España), el 11 de noviembre de 1965. En las categorías menores del Real Zaragoza comienza su experiencia.
Fue ascendiendo peldaños a las órdenes de Carlos Casaus, compitiendo para el filial, en el que coincidió con jugadores como Francisco Villarroya, Pablo Alfaro, Juan Vizcaíno o Paco Salillas.
Tarde o temprano, Isidro Villanova daría el salto al primer equipo zaragocista. Tras destacar con el Deportivo Aragón, sería su tocayo Manolo Villanova quien le haría debutar como profesional.
El 9 de marzo de 1988, el cuadro maño visitaba el Sánchez Pizjuán para jugar contra el Sevilla. El central zaragozano saldría de inicio, para terminar un encuentro con empate a uno, Antes de acabar la temporada, Isidro tendría otras 5 apariciones.
Mientras siguió trabajando para el filial, Villanova fue teniendo más minutos con los mayores, pero no se asentó en el plantel profesional hasta la temporada 1989\90, con el serbio Radomir Antic al frente del vestuario.
Villanova nunca tuvo la suerte de ganarse el puesto en el equipo de ciudad, teniendo que competir por un sitio en la zaga con el ya mencionado Alfaro, Juanito y Narcís Julià. Fue cromo del Zaragoza hasta los inicios de los noventa, cuando optaría por abandonar La Romareda.
- Cerquita de casa, a Villanova le saldría una oportunidad inmejorable para continuar por la élite. En 1991 se uniría al C.D. Logroñés, donde tendría bastantes minutos a las órdenes de David Vidal.
Pero el defensa maño viviría más de lo mismo que por Zaragoza, a excepción de su último año en la categoría máxima que, por desgracia, coincidiría con el descenso a Segunda del equipo riojano.
Sus números en Primera División se quedaron en 129 partidos y 2 goles. Como muchos jugadores, Villanova se vio obligado a cambiar de club por los problemas económicos, y acabaría fichando por el Alavés. Con el club vitoriano jugaría sus últimos partidos en Segunda División.
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