¿Te acuerdas de Adolfo Muñoz?

- Al igual que nuestro anterior cromo, Adolfo acabaría su trayectoria deportiva en el Club Polideportivo Cacereño y, además, no coincidieron por los pelos. Este delantero pacense empezó a jugar al fútbol en su Badajoz natal.

Así es como se inició su concurso por la categoría de bronce, y regresó a Madrid para ser parte de la cantera del Atlético de Madrid. Su vida deportiva daría un giro inesperado al fichar por el Real Murcia C.F.

Con el equipo "pimentonero" pudo debutar en la categoría máxima, en la que también sería representante del C.D. Logroñés, donde Adolfo pasó más tiempo, viviendo un ascenso y todo. Tras cuatro años en la entidad riojana, el delantero se marcharía al Orihuela antes de concluir su carrera en Cáceres.

A continuación podemos contemplar el primer cromo de Adolfo, cuando éste se preparaba para debutar en la división de oro. El resto de sus ejemplares fueron como miembro del Logroñés, las que mejor recuerdo. 

- Este delantero nació el primer día de diciembre de 1961 en Pueblonuevo del Guadiana, Badajoz (España). La carrera de Adolfo Muñoz Mora se inició con el modesto Club Atlético Pueblonuevo. En las categorías menores de este club pudo formarse, dando el salto a la plantilla de mayores a mediados de los setenta. Aún estaba lejos de alcanzar el nivel profesional. 

Jugaría para el C.D. Badajoz desde finales de los setenta, debutando en Segunda B a las órdenes del húngaro Jozsef Tóth. En su primera campaña con el cuadro pacense marcaría 5 dianas. 

Mantuvo el mismo nivel goleador a lo largo del curso 1980\81, figurando como una de las grandes sorpresas de la categoría de bronce para entusiasmar a otros clubes de mayor rango. Así es como Adolfo dejó atrás Badajoz, para unirse a la cantera del Atlético de Madrid. 

Durante cuatro temporadas estuvo jugando para el filial rojiblanco, compitiendo todos esos años por Segunda División, sin la oportunidad de ganarse la más mínima oportunidad con el conjunto profesional.

Adolfo saldría del Atlético de Madrid para recalar en el Real Murcia, con el que sí iba a tener la suerte de debutar en Primera. Sería el técnico vasco Eusebio Ríos el encargado de presentarle en la alta competición. 

El 9 de septiembre de 1984, el atacante extremeño saldría desde el comienzo de un partido de Liga frente al Real Betis, con La Condomina como escenario, ante su nueva afición. Aquella tarde no se verían goles "pimentoneros", y el equipo sevillano se llevaría la victoria por 0-1.

Hubo que esperar para ver sus tantos con el Murcia. El primero de ellos sería en la extinta Copa de la Liga, en un triunfo aplastante de 7-0 contra el Hércules. En la competición liguera haría un doblete contra el Elche, tantos que servirían para imponerse en casa por 2-0.

Pocas apariciones tuvo con el equipo murciano, que al término de aquella temporada 84\85 se vería en Segunda División. Adolfo se quedaría un año más para colaborar en el rápido retorno al máximo nivel, demostrando un alto nivel goleador al convertir 7 dianas en 16 partidos. Con el Murcia ascendido, el ariete pacense cambiaría de aires.

- Se unió a un C.D. Logroñés que se hallaba en el segundo nivel. Aprovechando su racha anotadora, Adolfo colaboraría con 9 tantos en el ascenso del equipo riojano (campaña 86\87). Esta vez, el punta extremeño sí iba a poder regresar a la alta competición, en la que estaría tres años. 

Aquel sería el mejor momento de la carrera de Adolfo, que para el conjunto logroñés haría 5 dianas, celebrando al término del ejercicio una merecida permanencia. Por desgracia, el jugador perdería el sitio.

Sus compañeros Antonio Alzamendi y Ángel González le dejarían casi sin opciones, y peor sería con la llegada de Jesús Rosagro. De esta forma, el delantero de Pueblonuevo poco más iba a competir por la división superior, en la que totalizó unas estadísticas de 7 tantos en 59 partidos.

Con la llegada de los noventa, Las Gaunas celebraría otra permanencia, pero Adolfo dejaría el club riojano. En los siguientes años competiría en niveles más bajos, primero con el Orihuela y luego con el Cacereño.