- Desde Huelva surgió este delantero centro que con el Sevilla F.C. iba a tener la posibilidad de jugar en la primera categoría española. Lo hizo tras ganarse un buen nombre con el equipo filial, para el que marcó muchos goles.
También en Primera dejaría algún que otro tanto, aunque no sería lo mismo. A Domingo Serrano le costaría mucho ganarse el puesto en el equipo nervionense, y ante la falta de oportunidades abandonaría Sevilla.
En los siguientes años competiría por el segundo nivel, pasando de jugar un año en el Lleida a representar a C.D. Badajoz y Toledo. Del equipo manchego saldría para jugar en niveles menores con el Elche C.F., San Fernando, Atlético Marbella, Yeclano, Ayamonte e Isla Cristina F.C.
Al menos pudimos ver algún que otro cromo de este jugador. Yo solo recuerdo el que vemos en este artículo, ese adhesivo de la temporada 1991\92 de Ediciones Este. Creo que no se vio más de este atacante.
- En La Palma acabó esa carrera de corto que derivó en una trayectoria técnica menos reconocida que su profesión anterior, en un deporte por el que ha dado mucho desde que se inició en las filas del C.D. Moguer.
Domingo Serrano Gil nació el 9 de abril de 1967 en Cerro de Andévalo, Huelva (España). Del Moguer se marcharía para probar suerte en una entidad de renombre como el Sevilla F.C. El filial se hallaba en Tercera, misma categoría en la había estado compitiendo con su equipo anterior.
Con el Sevilla Atlético hizo un buen papel, creciendo aún más en la Segunda B, en la que dejó 8 tantos en la campaña 88\89 y 12 más al año siguiente. Serrano pedía a gritos un sitio en la primera plantilla.
En algún momento de la temporada 89\90 sería convocado por Vicente Cantatore. El ariete onubense fue esperando esa oportunidad en el banquillo sevillista, pero al final tuvo que aplazar su estreno en el fútbol profesional, continuando su labor en el conjunto filial hasta un nuevo llamado.
Serrano acabaría contando para el entrenador argentino. Haría la pretemporada con los mayores y tendría sus primeros minutos oficiales en la Copa de la UEFA. En el mes de octubre de 1990, el Sevilla se medía a domicilio al PAOK griego, ante el que se empató sin goles (0-0).
Poco después, el 7 de octubre, Serrano sería titular en el Sánchez Pizjuán, para afrontar un encuentro de Liga con el Valladolid como visitante. El equipo hispalense se impondría en su estadio por la mínima (1-0).
En las siguientes fechas siguió sumando apariciones con Cantatore, y el delantero onubense supo ser agradecido marcando algún que otro tanto, como el que le hizo al Cádiz en un derbi andaluz que se resolvería con victoria sevillista en el Sánchez Pizjuán, por 2-1.
Poco más veríamos a Serrano por la división superior, en la que dejaría otro tanto en un duelo de Copa, también contra el equipo gaditano. De aquella, el club sevillano manejó muy buenos atacantes que no dieron facilidades al punta onubense, hombres como el chileno Iván Zamorano, José Carvajal, Ramón, Antoñito o el croata Davor Suker.
- Llegaría la campaña 91\92 y con ella las últimas apariciones gráficas de Domingo Serrano, quien ya afrontaría sus últimas oportunidades con el Sevilla F.C., entonces entrenado por el uruguayo Víctor Espárrago.
Tuvo una aparición en Copa contra el Córdoba y nada más. Para Serrano se terminarían las vivencias en la Primera División española, una competición en la que dejó una diana en sus 21 apariciones como sevillista.
Sin más que hacer por la capital hispalense, Serrano ficharía por el Lleida, con el que compitió durante una temporada en Segunda División. En ella marcó 4 tantos para el cuadro catalán, una cifra que se vio superada en sus siguientes años, como jugador del C.D. Badajoz y C.D. Toledo.
La participación de Serrano por la categoría de plata acabó con el Toledo, de donde salió para jugar en equipos de menor nivel como el Elche, San Fernando, Atlético Marbella, Yeclano, Isla Cristina y La Palma.
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