- Pocas veces pudo jugar Serafín en Primera División, un defensor jienense que fue viendo como la U.D. Salamanca se iba hundiendo en la categoría de bronce. De hecho, sus únicos coleccionables fueron con el equipo "charro".
Falleció con 55 años, y ya ha pasado tiempo de ello, pues ocurrió en 2018. Al parecer, el exfutbolista hizo muchos amigos por Salamanca, donde no le olvidan. Atrás quedan imágenes imborrables y la gran experiencia de haber competido en la máxima división española.
Salió del club castellano tras aquellos años de iniciación, para volver a su Andalucía natal. Allá, Serafín jugó para el Córdoba durante un par de años. Después pasaría por el Alzira y Valdepeñas, para luego ir terminando su trayectoria futbolística con el Yeclano, donde estuvo cinco años.
Pocos ejemplares se vieron de este jugador. Por ahí podemos encontrar un mítico cromo correspondiente a la editorial Cano, así como la muestra que yo mismo tuve, esa misma que podemos ver más abajo, de Ediciones Este (campaña 83\84). En la diapositiva aparecen las partes trasera y delantera de aquella vieja cartulina.
Serafín De la Torre Torregrosa nació en Jaén (España), el 19 de marzo de 1962. No sé donde concretamente forjó sus inicios, pues solo me consta que empezó a jugar para la U.D. Salamanca a partir del curso 83\84.
Por aquel entonces, Manolo Villanova estaba al frente del equipo "charro", que militaba en Primera División. De cara a otra ilusionante campaña, el club salmantino se haría con los servicios del zaguero jienense.
El 4 de septiembre de 1983, Serafín saltaría como titular al césped de El Sadar, donde los castellanos serían recibidos por Osasuna. El zaguero completaría todos los minutos de un aburrido encuentro que se terminaría con un soso empate sin goles.
En las primeras jornadas se vio como titular, jugando también ante Mallorca y el Athletic de Bilbao, en el impresionante escenario de San Mamés. La siguiente cita sería en la Copa del Rey, a domicilio contra el Atlético Astorga. Aquella tarde, el Salamanca se impondría por 0-2.
Durante aquel curso, el jienense se repartiría minutos en defensa con los Miguel Ángel, Jesús Benedé, Luis García, Juan Bezares y Pedraza. Al menos, Serafín pudo intervenir en una quincena de encuentros de Liga, sumando aquella aparición copera, en un torneo en el que el Salamanca no duró mucho. En la competición liguera la cosa acabaría peor.
Y es que no fue buena la planificación de aquella temporada 1983\84. El Salamanca coquetearía con los puestos de descenso durante todo el año y se hundió con un farolillo rojo que le llevaría a descender a Segunda División.
- A Serafín se le terminaría el concurso por la división de oro, así como concluiría su representación en las colecciones de aquella época. Continuaría en el club de El Helmántico unos tres años más.
El equipo cayó en picado, y eso se vio en el mal concurso que se tuvo al año siguiente con el argentino Felipe Mesones de entrenador. La afición unionista lamentaría el descenso a Segunda B, una categoría en la que se lucharía durante las siguientes temporadas.
En 1987 terminaría su historia con la U.D. Salamanca, un club en el que Serafín hizo muy buenos amigos y donde siempre fue querido por su humildad. El jugador volvería a su tierra, para recalar en el Córdoba C.F.
Durante muchos años estuvo compitiendo en la categoría de bronce, dejando la entidad cordobesa para luego jugar en el Alzira y C.D. Valdepeñas. Su último destino sería la Región de Murcia, ya que el jienense se uniría al Yeclano. Para este club jugaría cinco años antes de retirarse.
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